El mundo sigue cambiando, ayer era inimaginable comunicarse e informarse sobre lo que pasaba fuera de nuestras fronteras, por allá al otro lado del Atlántico… Pero, tan vertiginosa como la velocidad de la luz, hoy navegamos al Ciberespacio. ¡Si! al Ciberespacio… son miles de fibras ópticas conectadas que nos transportan a un lugar lleno de novedades, información, encuentros. Mis estudiantes ya aterrizaron; ¡yo acabo de sacar mi boleto!. Y voy entusiasmada no sólo por ellos, sino también porque antes de partir la guía del viaje de nombre Guadalupe nos mostró muchas regiones que existen allí. Se abren portales educativos que revelan una infinidad de recursos y herramientas tecnológicas, te saludan y orientan colegas, formas hasta grupos de estudio, participas en investigaciones, colaboras en un Blog, miras videos, escuchas radio, entras a bibliotecas virtuales, creas tu avatar (Voki) y te entretienes con juegos y caricaturas. Todo para que siembres, nutras y transformes tu práctica docente. Abierto permanentemente suministrando información y formación. Motiva en pro del desarrollo personal y profesional. Y como si fuera poco, brinda herramientas informáticas que optimizan el tiempo en el uso de la administración y gestión escolar. Para los estudiantes puedes inventar o aprovechar los recursos Multimedia: interactivos y multisensoriales, que despiertan sus sentidos, respetan su ritmo y estimulan las distintas inteligencias. Durante el recorrido por este hábitat digital, hubo un momento que recordé mis primeros estudios y al compararlos parecen que fueron en la época de piedra. Rememoré mi máquina de escribir, mis visitas a la biblioteca, donde requería un día completo para buscar un libro y ni pensar en los cuadros estadísticos que tenía que copiar en la llamada OCEI. Y ahora, con hacer clic se logra ver la formación de un átomo, el funcionamiento de algún sistema del cuerpo humano o los procesos más complejos vividos en el mundo. Es así como, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) mediante sus distintos medios, primero con la computadora y luego con una serie de dispositivos móviles, hacen que dentro de nuestra cotidianidad tengamos a la mano una gran caja de pandora o ¿el sombrero del mago?, donde al hurgar encuentras lo inconcebible. Claro!!!... es bueno puntualizar, que como docentes debemos bailar al son de las tecnologías, que es el ritmo que llegó con la globalización, ya que al apropiarse de éstas como medio, recurso o herramienta didáctica, se revoluciona el proceso de enseñanza-aprendizaje, invitando a la innovación, facilitando las interacciones, propiciando la construcción del conocimiento, alternado los roles del profesor y el alumno. Es decir, de forma colaborativa y constructiva tanto docentes como estudiantes embebidos de estas competencias podrán navegar en el siglo de la sociedad del conocimiento y responder a las demandas socioeconómicas que ésta impone. Lo que aún espero y sueño en un futuro… ¡presumo que no muy lejano!, es tener la posibilidad de tocar y sentir la fuerza del torrencial de agua que cae del Salto Ángel, al palpar algún día… mi pizarra digital.